viernes, 10 de junio de 2011

Un respiro para los hinchas

Pensar que hace dos años atrás un 8 de junio River obtenía su titulo local numero 33 y hoy nos vemos gritando un gol de newells, conformándonos con un empate ante Olimpo para salvarnos de la promoción. 
Por mas que vaya en contra de tus principios, el gol de la lepra lo gritaste y por dentro, aunque el dolor no se vaya, respiraste. No, no tenemos que olvidarnos ni un poquito de la promoción, pero ahora volvemos a depender de nosotros mismos y dejamos, nuevamente, todo en manos de Jj, cuerpo técnico y sobre todo jugadores, aquellos que cada domingo se les pide que pongan huevo y vallan al frente. 
No se trata de cargar con la mochila al hombro y decir "yo tuve la culpa", ni se trata de pasarse la bola uno al otro. No es momento ni de echar culpas, de lavarse las manos o correr el problema. Ya vamos a tener tiempo, después del alivio, de pensar quienes fueron los culpables. Salir adelante y afrontarlo es la única manera de superar esta situación que nos esta tocando vivir, tanto a hinchas como a dirigentes.
Lo cierto es que muchos hinchas en esta ultima semana se cuestionaron la falta de Pavone para darle algo de verdad a lo de la "ley del ex" y mas aun se preguntaron con cara de preocupación, por que Arano tiene un lugar como titular en el equipo del domingo para enfrentar a Estudiantes de la Plata, quien saldrá a jugar con las mejores fichas que tiene. Pero peor que eso es intentar entender por que Jj Lopez hace un equipo totalmente defensivo cuando el objetivo es ganar. El empate no sirve y la derrota termina de hundir a algo que vuelve de a poco, a tomar vida. 
River fortalece la defensa y desprotege su delantera, haciendo que convertir goles sea mucho mas difícil. Y que es lo que pasa cuando los goles no llegan? River se mata, hace lo imposible para convertirlo, se acuerda tarde que tiene que ganar y se desespera, junto con los nervios, intenta, pero no se puede (tal como lo vimos en el partido contra Colon de Santa Fe) y sus hincha sufren, no duermen pensando en aquel fantasma, y sienten que la vida se les esta terminando de a poco. 
Hoy no estamos de fiesta, ni nos olvidamos de esos malditos promedios, pero la realidad es que Olimpo nos abrió un camino y nos devolvió la esperanza que habíamos perdido: Tenemos una chance enorme, no podemos desperdiciarla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario