A mis idolos

 Ariel Ortega. 

La pelota pasó entre las piernas de aquel pobre flaco, 
hace rato que ya la tocaste y la fuiste a buscar.
En el área amagaste y la pisaste ante el arquero.
Sutil y certero se la mandaste a guardar. 
Haberte visto jugar fue un privilegio, daría hasta lo que no tengo por un año más. 
De la bocha en los pies al cigarro en la mano, va soñando otra vez que le toca jugar el domingo; esperando paciente, siempre hay revancha y en la cancha se ven los pingos. 
Un corazón abierto y un cráneo a prueba de giles. Y miles de chistes picando. 
A cambio de nada por mí siempre diste la cara; 
Ojalá que este paso del tiempo y las malas noticias, tu risa y tu locura no hayan apagado.


Matias Almeyda.

Ayer te vi devastado, sin fuerzas para sonreír y sin ánimo para seguir. Se apago esa luz en vos que me hizo sacar sonrisa tras sonrisa y hacerme enorgullecer día a día. 
"Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien las merezca no te hará llorar". Créeme, Pelado, que merecés lágrima tras lágrima mía porque sé que dejaste en cuerpo y alma, la vida por los colores.
Iba a la cancha, sin esperanza alguna. Sin embargo, cuando veía esa entrega por parte tuya, pensaba "Gracias a Dios, existe Jesús" y saben a que tipo de Jesús me refiero. A vos Pelado, a vos.
Era inexplicable ver como algunos jugadores tenían esos colores en el pecho, era inentendible observar la falta de pasión por la pelota. Hasta que con tu delicadeza aparecías y hacías deleitar a más de uno, tirándote al piso para lucharla y ganarla.
Tu experiencia hizo creer al hincha de River, que todavía algo del pasado glorioso quedaba en cancha y la esperanza en más de uno, volvía a nacer. Tu tranquilidad al pararte en el medio campo, con esa posición de guerrero levantando la cabeza para hacer un pase, hizo que a más de uno se le piante un lagrimón.
Sé que te duele, y eso es lo que más me duele. Sé que estás mal, por eso lloro. Sabemos que entregaste todo, no lo dudes nunca.
Yo no me olvido, Pelado, que cuando el cuerpo te dijo "basta" vos no te rendiste; pero vos no te olvides que acá nos tenés, por y para siempre...
"Nuestra estrella se agotó y era mi lujo, él fue por esa vez mi héroe vivo. Fue mi único héroe en este lió"
Gracias infinitas...



En su escala de valores el pone siempre primero sobre todo la importancia de
un corazon entero
Bien parado, o en la lona
hay que ser buena persona.
Suerte de mitologia humana se hace presente ante mi
y en eso, asi como asi embellecen mis mañanas.
Gracias al que nacio en un conventillo y crecio en un potrero.
Y SI CREEN QUE EXAGERO, CONOSCANLO, PERO ANTES
SAQUENSE EL SOMBRERO. 
A el la vida le dio todo, y el le devolvio el doble.
De bolero ofrece el codo de un corazon puro y noble.